EVEREST TRAIL RACE

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Admirant els pilars del món!!

domingo, 1 de julio de 2012

ULTRA TRAIL EMMONA




…hace días que terminó esta gran aventura por mi tierra amada, el Ripollès. Una circular de 106 kms con unos 8300m de desnivel, esto se dice rápido pero se corre poco a poco, a mi me hicieron falta 21h y 43’ de las 36h que daba la organización cómo mucho para afrontar este I Campeonato de Cataluña FEEC-LAFUMA de carreras de ultraresisténcia.
Pasé momentos de todo, buenos, malos, duros, alegres, mágicos y nervios, muchísimos, a veces la mente nos juega malas pasadas pero por suerte pude llegar a meta aunque no con buen sabor de boca al instante pero si una vez descansé y fueron pasando horas y días después de esta batalla, aquí os cuento un poco ahora que tengo la cabeza en su sitio, las piernas recuperadas y el organismo ya casi en orden, me veía incapaz de relatar la crónica pocos días después de haber terminado la ultra.
Antes de empezar con la historia os detallo los 6 tramos de la ultra:

Tramo 1: Sant Joan de les Abadesses - Pardines: 17 km, + 1.440 m, - 1.051 m.
Tramo 2: Pardines – Tres Pics: 10 km, +1.302 m, - 114 m.
Tramo 3: Tres Pics – Núria: 17 km,  + 1.230 m, -1.673 m.
Tramo 4: Núria – Planoles: 18 km, + 1.033 m, -1.200 m.
Tramo 5: Planoles – Ribes de Freser: 24 km, + 1.837 m, -2.064 m.
Tramo 6: Ribes de Freser – Sant Joan de les Abadesses: 21 km, + 1.576 m, -2.119 m.

Faltan minutos para que den la esperada salida, antes que nada nos hacemos una foto con el equipo LaFuma casi al completo y pasados unos instantes ya estamos corriendo con el fresco de las primeras horas de la mañana, dirección Pardines coronando antes el primer pico Puig Estela y bajando hasta el primer control y avituallamiento, está completo. En este me reencuentro con Pep que está echando buenas fotos y me ayuda siempre con sus mensajes de superación.

Salgo hacia arriba dirección Coll de Tres Pics, la subida es intensa y larga, las altas temperaturas empiezan a notarse y estoy sudando de lo lindo pero sin descuidar ni un instante la hidratación no tiene que haber ningún problema alguno, me encuentro bien y estoy gozando de la una auténtica maravilla de país en el que vivo mientras subo y bajo por un sendero que me acerca al Coll de la Marrana, avituallamiento.
Recargo bidones, como un poco de fruta y dulce de chocolate, menudo momentazo, está desecho a causa del sol y creo que aún entra mejor, que rico rico está.
De nuevo emprendemos el sendero que baja hasta el bonito refugio de Coma de Vaca, me lo paso genial, más que nada porqué me encanta este tipo de terreno, ya que el suelo no es excesivamente técnico y me dejo caer con ganas cuesta abajo, aunque si pienso:
Lástima que estoy en carrera, ahora me quedaría por aquí el lado del río a disfrutar de estas bonitas praderas, esta zona me transmite paz y armonía…
De tranquilidad nada, toca subir de nuevo hacia Bastiments, Pico de Freser, Pico  l’Infern y Pico de Noucreus para descender con fuerza, o eso me habría gustado a mí, tener fuerza en aquellos instantes para llegar a Núria, bajé vacía, por suerte Pep me esperaba ahí, con su ayuda llenamos bidones, intenté comer pero me costó mucho, sólo me entraba fruta, de pasta comí pero poquita, notaba que se me obligaba más me sentaría mal y esto si que lo tenía que evitar.
Ahí había mucha gente que me conocía, alguna cara que realmente me quedé sorprendida al encontrármelos ahí, todos ellos apoyándome y dándome mensajes positivos, que suerte tenía de tenerlos a mi lado, yo estaba en una nube, una de estas que hay en el cielo cuando está a punto de estallar una tormenta. Me gustaría poder ser de otra forma y saber degustar el momento pero es que no puedo a veces hay situaciones que son superiores a mi y sólo en carreras este detalle se me escapa de las manos, lo trabajaré y con el tiempo espero arreglarlo.
Total que empieza de nuevo la subida y parece que la tormenta de la que antes os hablaba ha pasado sin dejar gota alguna, todo se ha calmado mientras intento hacer la subidita al Puigmal con paso firme para que una vez esté arriba empezar la carrera, digamos que ahora casi estoy en la mitad de carrera y he intentado no desgastar mucho las piernas y no darlo todo, en algún momento no lo he conseguido pero si sé que puedo dar mucho más. Así que lo hago de camino a Refugio de Corral Blanc, me harto de correr por senderos preciosos al lado de montañas inmensas corriendo hasta el momento al entorno de 2000m y 2500m, se nota.
En una fuerte bajada entre un bosque bonito de pino blanco paso el refugio, sigo bajando otra fuerte pendiente y de repente ya estoy dentro el bello pueblo de Planoles, recargo fuerte la mochila, comida, sales porqué tenemos 20kms que nos separan del próximo punto de avituallamiento teniendo otros 1000 positivos que superar o sea que la cosa no va a ser fácil pero quién dijo que lo sería? Nada!! Pa arriba toca y es que todo lo que sube… Menos mal que fui inteligente por una vez en la vida y dejé un par de palos para que una vez llegara a Planolas poder contar con ellos si es que los necesitaba y fue lo mejor que hice con su ayuda pude afrontar la dura subida y no cargar tanto mis articulaciones.
Llegué a Campellas justita de líquido y con sed porqué habría bebido más pero me lo ahorraba por no quedarme a zero.
Ahí estaba de nuevo Pep, me comunica que está abandonando mucha gente, golpes de calor, deshidratación… Y yo le digo que tengo ganas de terminar, de dejar de sufrir que estoy en una situación algo extraña, que a nivel muscular aunque tenga bastantes buenas sensaciones y la gente me diga que me ve muy bien, que me ve “fresca”  yo tengo la cabeza vacía y por ganas habría plegado ahí mismo, eran ganas de tirar la toalla, de no seguir luchando más, supongo que muy en el fondo era por que lo que me quedaba, aunque sólo fuera el último pico, lo temía y mucho, nada más y nada menos teníamos que coronar el Taga antes de poder saborear la llegada.
Nada, no hay vuelta atrás, me armo de valor y clavando los palos en el suelo ya con “mala leche” empiezo a bajar hacia Ribes de Freser, nada, són 6 kms de bajadita pero ya es de noche y cómo hace tiempo que no voy con frontal, me siento segura, no bajo con el ritmo que desearía pero me conformo pensando en que ya tendré tiempo de correr y realmente es así.
En Ribas de Freser, otra vez, veo cara conocidas que me vuelven a sorprender encontrármelas por ahí, en aquellas horas y animándonos a nosotros, los corredores.
Llega el momento temido, sube y sube hasta arriba del todo, ando sola desde ya hace horas y lo que para mi nunca supone un problema ahora si, me siento insegura cruzar algunos prados con rebaños de vacas las cuáles no sé con que cara me miran, sólo puedo ver lucecitas rojas, son sus ojos que no dejan de controlarme mientras cruzo por delante suyo, pienso que las pobres ni parpadean para no perder detalle alguno y yo tampoco pierdo el tiempo mirándolas mucho, prefiero escabullirme de allí lo antes posible.
Las cervicales se me cargan de tanto levantar la cabeza por dos motivos, para ver las marcas y para ver el fin de la montaña, aún queda, mi ritmo es patético y no puedo pedir más. No quiero mirar más arriba, con la mirada al suelo y hacia delante tarde o temprano haré la cima y así es. Aire fresco de nuevo, casi tengo frío, eso me gusta, ya estamos, ficho en el último control y bajada hasta el último avituallamiento Coll de Jou, unos chicos muy amables me atienden muy bien y me explican que sólo me separan de la meta 12kms. Me quedo de piedra pensando que quedaba menos, pensaba que desde arriba eran 12km, total, que no lo voy a dejar ahora por 1km, faltaría más.
Vuelvo a reenganchar el ritmo hasta encontrar campo a través, al que me cuesta mucho poder correr bien sin tropezarme, parece que lleve montón de días corriendo… No es así pero si que llevo montón de kilómetros de desnivel y esto me está pasando factura.
Empiezo a ver ya las esperadas luces de la Vila de St. Joan, las primeras casas, paso cerca de sus paredes adentrándome ya en las primeras calles, y escucho ya los gritos de Pep, que ganas tenía de verlo de nuevo, no en un control sino en la llegada, jejeje, esto huele a finisher.
Cruzo la meta y me alegro de lo que he sido capaz de hacer, estoy orgullosa de mi misma, del tiempo que he hecho pero no de cómo ha funcionado mi cabeza durante la carrera, nada que no tenga solución, este aspecto también hay que entrenarlo y en ello me basaré para afrontar el próximo reto:
I Ultra Trail Norte de Gran Canaria, que se disputará en G. Canária el 15 de setiembre.


De momento, hasta el próximo relato mientras sigo preparándome os dejo con estas célebras palabras:
  
Están los que siguen corriendo cuando les tiemblan las piernas...los que siguen jugando cuando se les acaba el aire... los que siguen luchando cuando todo parece perdido...
Pero saben que el dolor pasa, el sudor se seca y el cansancio termina.
Pero hay algo que nunca desaparecerá:
"La satisfacción de haberlo logrado."